viernes, 13 de mayo de 2011

Como hemos cambiado

Hoy vuelvo a esto de escribir en el blog. Mi ausencia se explica por dos motivos fundamentales, la desgana (principal) y la falta de tiempo.
Durante este tiempo la vida ha seguido su curso. He competido tres veces (o cuatro si contamos el campeonato de España de relevos). Entre estas tres competiciones han estado el campeonato de España de duatlón, mala carrera para conformarme con un séptimo puesto que no me deja nada satisfecho y más habiendo llegado a la transición en tercera plaza. También me he desplazado a A  Coruña para disputar una prueba de las series nacionales cadete, en la que tras una mala natación (¡que frio estaba  el agua!) me dedique a remontar para acabar sexto y de nuevo descontento. Estos dos resultados  han hecho que me ponga cuarto del ranking nacional cadete, con esto si que estoy muy satisfecho. La tercera prueba ha sido esta misma mañana, ya que en Valladolid es fiesta, donde he conseguido un primer puesto. La competición era un duatlón escolar, contento con la victoria ya que no he forzado mucho pensando ya en la prueba de mañana en Tres Cantos.
Y esto es tema aparte, durante este mes he competido en varios campeonatos nacionales pero creo que no hay ni habrá prueba más especial para mi que esta. Tres Cantos es en triatlón lo  que Cuellar en duatlón, pruebas que cambiaron mi rumbo en este deporte, y que quizás, hacen que hoy por hoy sea lo que soy.
Recuerdo con cariño, como el año pasado antes de esta competición era un manojo de nervios. Estaba seguro de que en Madrid iba a quedar el último, ya que hay un nivelón, pero esa tarde algo distinto iba a pasar. En el calentamiento el miedo hacía que intentara convencer a mi padre de lo frio que estaba el agua para no tenerme que tirar. En la natación, salía  atrás pero contando que el resto habían nadado con neopreno, pues no estaba nada mal. Y en la transición ocurría el milagro, TERCERO,  en la primera cuesta me coloque primero y, aunque me cogería otro chico, en los dos últimos kilómetros a pie conseguí ganar. Durante estos dos últimos kilómetros no miré atrás en ningún momento y, prometo que iba pensando, Óscar dalo todo que ahora te pasan como aviones, haber hasta donde llegas. Meta. Triunfón. Pues eso que como podeis leer, es distinto para mi.
Mañana será otro día y espero hacerlo bien para resarcirme de estas últimas competiciones, pero de lo que estoy seguro, aparte de donde voy a cenar … es de que va a ser diferente.